jueves, 10 de septiembre de 2020

LA MATERNIDAD

Cuánto tiempo, rinconcito mío. Cuantas cosas han pasado desde que no hablamos.

La más importante es que he sido madre. Tengo que contártelo, despacito, desde el corazón.

Por fin mi sueño se ha hecho realidad, tengo la bebé más bonita del mundo, gracias al amor de mi vida, su Papá.

Hace años  que mi instinto maternal estaba llamando a la puerta, pero por desgracia, aún no había encontrado al hombre adecuado para formar una familia. La vida es caprichosa, y a veces, no nos pone las cosas tan fáciles como querríamos.

Por suerte, un día ese hombre apareció, y hoy tenemos juntos una preciosa niña de 6 meses llamada Ada.

La maternidad, en el siglo XXI, es un tema difícil de tratar, ya que hay muchas opiniones al respecto. 

El trabajo, la vida ajetreada, la edad de ser madre ha cambiado, el tipo de vida, la conciliación.

Muchas personas cuando me quedé embarazada, me dijeron que mi vida iba a cambiar, con un cierto tono negativo. Que iba a estar cansada, que dejaría de ser yo, para ser "el/ella", que mi vida iba a dar un giro de 180 grados, que se acabarían muchas cosas que hasta ese momento me hacían feliz.

Ahora pienso, esa gente de verdad quería tener un hijo? A día de hoy, yo no encuentro ni peros ni contras. Todo lo contrarío, mi vida es tan bonita, y mi corazón está tan lleno de amor.

Sigo haciendo todo aquello que me hace feliz, pero ahora multiplicado por mil, porque ella está a mi lado.

Tener un bebé y cuidarlo, no es fácil, pero como todo en la vida. Solo es cuestión de como enfoques las cosas y con la actitud que las afrontes.

Tener a Ada en mi vida es lo más maravilloso que me ha pasado nunca, es lo que mejor que he hecho jamás.

El día a día es un ajetreo constante, pero a mi me encanta. Ella, los perros, las oposiciones, la casa, mi pareja, yo...un sin fin de cosas por hacer, pero todas ellas me hacen feliz.

Claro que tengo días malos, en los que estoy cansada, aburrida o desanimada. Pero la miro a ella, y esa sensación desaparece en cuestión de minutos.

La maternidad ha sacado todo lo bueno de mi, hace que cada día quiera vivirlo intensamente.

Lo que si me he dado cuento, es que hay cosas que me planteo, que antes ni siquiera pensaba.

Yo soy una malasañera de pro. Adoro el centro de Madrid, ir caminando a todas partes. Vivir cerca de cines, teatros, bares, tiendas, centros de cultura. Porque el ocio y la cultura son vitales para mi, para mi felicidad, para disfrutar de ellos los ratos libres.

Sin embargo, desde que está Ada, pienso que quizás nos estamos equivocando.

¿ Que tal sería vivir en un pueblo pequeño? Donde la naturaleza estuviera cerca, los perros pudieran correr, los vecinos fueran como familia, donde tener una casa con patio, para que ella pudiera jugar respirando aire fresco, un cole pequeñito con amigos para toda la vida.

Desde hace semanas, este pensamiento, me viene mucho a la cabeza.

Madrid siempre seguiría aquí con todas sus opciones culturales, para poder disfrutar de ellas, de vez en cuando.

Quizás sería mejor volver a un sitio pequeño, donde los valores sean más importantes, que tener cosas, y que las relaciones humanas fueran más auténticas.

Intentar que el capitalismo y la vorágine de la gran ciudad no hago con nosotros lo que quiera, sino que sea ella, la que después de una buena infancia y juventud, decida que quiere hacer con su vida, sin verse presionada por las necesidades de una gran ciudad.

Esa idea seguirá ahí, y quién sabe, quizás cuando apruebe las oposiciones, esta vez sí, nuestra vida de un giro de 180 grados.

Ahora mismo mi bebé está durmiendo, y yo disfrutando de este momento mío, que tanto he anhelado, escribir.

¿ Veis como no es todo tan malo, ni tan difícil?

Es cierto que soy muyyyy afortunada, porque puedo dedicarle a mi hija, las 24h del día. Eso si que es un verdadero privilegio, para esta época. Gracias vida, por esta oportunidad.

Cada experiencia es un mundo, pero yo os aconsejo que si vuestro deseo es ser padres, lo hagáis. Lo haréis genial, dejaros guiar por vuestro instinto y todo saldrá bien.

No existe un libro para saber hacer las cosas, pero con dedicación, paciencia y mucho amor, estoy segura que será la experiencia más maravillosa de vuestras vidas.

La maternidad no ha cambiado mi vida, la ha hecho infinitamente mejor.

Gracias Ada por existir, y darle sentido a todo.

Te ama,
Mamá!